El jugo de naranja nos aporta muchos nutrientes; el principal es la vitamina C, necesaria para el crecimiento y desarrollo normales y con propiedades antioxidantes, antidepresivas y antiarrugas. Además, la vitamina C nos ayuda a prevenir enfermedades como la arteriosclerosis y a reducir el colesterol. Incorporar un jugo de naranja a nuestro organismo al despertar, es una de las cosas más positivas que podemos hacer cada día.
Al beber un vaso en ayunas, podemos aumentar la secreción de bilis, lo que facilita que la vesícula biliar se vacíe. Esto nos ayuda a prevenir la acidez, la pesadez, la gastritis o las úlceras. Es importante resaltar que la naranja previene el estreñimiento, al ser lo primero que bebemos, eliminando los desechos acumulados y poniendo en marcha los intestinos, de manera que mejora nuestro flujo intestinal. Este proceso también ayuda a activar el metabolismo, purifica nuestro organismo y nos ayuda a ser más regulares. Además, beber un zumo de naranja en ayunas, es una buena manera de controlar nuestro peso y contribuye a la hemoglobinización de la sangre.
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