El besar a los niños en diferentes partes de la cara, representa un riesgo para la salud del bebé por la posible portación de bacterias o el virus del herpes neonatal. Según la Asociación Española de Pediatría, “Hasta el 67% de la población mundial está infectada con algunos de los dos tipos, VHS-1 y VHS-2 (Virus Herpes Simplex)”.
El herpes simple neonatal, es una infección grave que si no se trata puede causar daños a largo plazo en el organismo del pequeño. Los primeros síntomas de la enfermedad son irritabilidad, ampollas en cualquier parte de su cuerpo, dificultad para respirar, gruñidos, apariencia azul, respiración rápida, ictericia y sangrado.
Además de los signos anteriores, este padecimiento se divide en tres categorías, a través de las cuales su peligro va cambiando. En la primera categoría aparecen pequeñas ampollas con líquido alrededor de los ojos y la boca; en la segunda categoría se produce una inflamación en el cerebro que puede derivar en convulsiones; y en la última categoría el virus se propaga por todo el cuerpo y afecta múltiples órganos, como hígado, cerebro y pulmones.
En la mayoría de los casos, es suficiente con ver las señales para que el médico determine el mejor tratamiento, pero si con ello no es suficiente será necesario realizar diferentes exámenes al bebé. Cabe destacar, que en ocasiones el contagio se puede dar durante el embarazo, por lo que resulta importante que a lo largo todo este proceso se asista al médico.
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