Un nuevo estudio ha concluido que los periodos prolongados, que los astronautas pasan fuera de la Tierra, podría aumentar el riesgo de que sufran daños cerebrales. El estudio es pequeño, ya que se ha llevado a cabo con solo cinco astronautas, a los que se les realizó un análisis de sangre antes y después de pasar una estancia prolongada en la Estación Espacial Internacional (ISS), una media de 169 días en órbita cada cosmonauta. En las muestras de sangre tomadas tras el regreso a la Tierra, los investigadores observaron concentraciones elevadas de tres biomarcadores, relacionados con el daño cerebral: el NFL, la GFAP y la proteína beta amiloide Aβ40.
Los biomarcadores que se han analizado, han sido el neurofilamento ligero (NFL), la proteína ácida fibrilar glial (GFAP), la tau total (T-tau) y dos proteínas beta amiloides. El NFL, la GFAP y la proteína beta amiloide Aβ40, fueron los biomarcadores que se elevaron tras una estancia prolongada en órbita en la ISS. No se sabe hasta qué punto el cerebro de los astronautas estudiados estarán dañados, si es que lo están, pero sí se sabe que estos biomarcadores se han relacionado exhaustivamente y en múltiples estudios con trastornos neurológicos.
Las resonancias magnéticas y las pruebas clínicas de los cerebros de los cosmonautas, respaldan la idea de que la función cerebral podría verse afectada por un viaje espacial, pero la investigación aún está en una fase inicial. Se necesitarán más datos para averiguar exactamente cómo y por qué el tiempo en el espacio afecta negativamente al cerebro. "Si logramos averiguar qué causa el daño, los biomarcadores que hemos desarrollado podrían ayudarnos a encontrar la mejor manera de remediar el problema", afirma el neurocientífico Henrik Zetterberg. Los astronautas no presentaban la misma cantidad máxima de biomarcadores, pero el que se elevaran fue común a todos ellos. Que tres biomarcadores muestren cambios similares es indicio de un aumento del riesgo.
Fuente: https://www.muyinteresante.es
Pixabay - WikiImages