La primera vacuna contra la clamidia

La clamidia, es una de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) más común en el mundo. Hace poco, un equipo de científicos del Instituto de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de McMaster (Canadá) realizó un importante progreso hacia la primera vacuna contra la clamidia.

La causa más común de esta enfermedad (entre 85-90% de los contagios) viene de la mano de la bacteria Chlamydia trachomatis. Pese a ello, el contagio no presenta síntomas, por lo que la mayoría de las personas no saben que tienen la enfermedad y no se realizan ningún tratamiento. La falta de tratamiento  puede provocar graves consecuencias para la salud, sobre todo, en el caso de las mujeres que puede conducir a la enfermedad inflamatoria pélvica, cuyos efectos pasan por dolor crónico y dificultad para quedarse embarazada.

En su experimento, los investigadores inmunizaron a un grupo de ratones hembra con un nuevo antígeno llamado BD584, que se compone de tres proteínas de C. trachomatis: CopB, EPOC y CT584. Al infectar a los ratones con Chlamydia Muridarum, una variante de C. trachomatis. Descubrieron que el antígeno reducía la secreción de Chlamydia a 95%. Cabe destacar, que la infección provoca que las trompas de Falopio se llenen de fluido y al inmunizar a los ratones se redujo 87,5%. Por lo tanto, los expertos sugieren que este antígeno es un candidato prometedor para una vacuna contra la clamidia.


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