Un estudio llevado a cabo por miembros de la Universidad de Exeter, Reino Unido, encontró que aquellos que se acuestan entre las 22 y las 23 horas, tienen menos riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron a 88.026 personas entre 43 y 79 años, que fueron reclutados entre 2006 y 2010. En los participantes se midió objetivamente el inicio del sueño y la hora a la que se despertaron durante una semana, mediante un dispositivo acelerómetro de muñeca, y se tuvo en cuenta sus diagnósticos de enfermedad cardiovascular, durante un periodo promedio de 5,7 años. Los hallazgos, mostraron que la incidencia de estos problemas cardiovasculares eran mayores en los que se dormían a medianoche o más tarde, y era más baja en aquellos con un inicio del sueño entre las 22 y las 22:59 horas.
“El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas, llamado ritmo circadiano, que ayuda a regular el funcionamiento físico y mental. Nuestro estudio indica que el momento óptimo para irse a dormir es en un punto específico del ciclo de 24 horas del cuerpo y las desviaciones pueden ser perjudiciales para la salud. El momento más arriesgado fue después de la medianoche, posiblemente porque puede reducir la probabilidad de ver la luz de la mañana, lo que restablece el reloj biológico”, ha explicado el autor del estudio, el Dr. David Plans. Los investigadores, a pesar de que el estudio es de carácter observacional, creen que si se demuestran los resultados en ensayos adicionales podría suponer un avance importante a la hora de evitar los factores de riesgo cardiovasculares con pautas sencillas que se basan en horarios fijos para dormir y una higiene básica del sueño.
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