Consecuencias de no beber agua

Beber una cantidad adecuada de agua cada día es más que relevante, ya que el agua lubrica las articulaciones y los huesos, regula la temperatura corporal,  alimenta el cerebro y la médula espinal. Cuando nos deshidratamos, los receptores sensoriales en el hipotálamo del cerebro liberan una señal de una hormona antidiurética que llega a los riñones y provoca la aparición de acuaporinas, unas proteínas que regulan el paso del agua a través de la membrana celular y permiten a la sangre retener más agua. La consecuencia visual más inmediata es que nuestra orina se vuelve más oscura pero los efectos negativos van mucho más allá de esta coloración.

No beber agua puede causar fatiga, una disminución de la función cognitiva, alteraciones en el estado de ánimo, una caída en la presión arterial y en la humedad de la piel. Además, la deshidratación provoca que el cerebro funcione de manera inadecuada ya que requiere de un esfuerzo extremo para funcionar. Si la deshidratación se prolonga durante varios días, el organismo experimenta secuelas más graves y eventualmente la muerte. Es importante resaltar, que si bebemos poca agua durante un largo período de tiempo también contribuimos a inclinar la balanza a sufrir problemas digestivos, diabetes, aumento de peso, problemas en la piel, colesterol alto, fatiga o estreñimiento. No beber agua rompe el equilibrio del organismo. 


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